21 marzo, 2011

Equinoccio



Mehr ve mâh, مهر و ماه significa en persa el sol y la luna. Y, en sentido figurado, el día que se reparten por igual la luna y el sol: el equinoccio, 21 de marzo, el día del Año Nuevo de la Primavera, es decir,  Noruz.

Mihrimah Sultan, hija de Solimán el Magnífico, no fue llamada así solo por su belleza parecida a la del sol y la luna, sino también por haber nacido el día del equinoccio de primavera. Era la hija más querida de su padre y estuvo envuelta en los asuntos del imperio otomano: mantuvo correspondencia con el rey polaco, financió con su propio dinero una flota contra Malta, y hasta se dice que estuvo al lado de su padre en la batalla de Gizeh. Después de la muerte de su padre se convirtió en tutora («Valide Sultan») de dos jóvenes princesas que se sucedieron en la corona.


Dos mezquitas de Estambul llevan el nombre de Mihrimah. La construcción de ambas fue confiada al más grande maestro arquitecto otomano, Sinan Pasha, y ambas se cuentan entre sus primeros, aún experimentales, trabajos. En la mezquita de la Puerta de Edirne ideó un nuevo sistema de descarga del peso de la estructura para aumentar el área de las ventanas, mientras que en la mezquita erigida en 1547 en el puerto de Üsküdar (por eso también llamado Iskele, es decir, Puerto Mezquita) hizo sus primeros experimentos inspirados en Santa Sofía, con medias bóvedas para sostener la bóveda central, y cuyo resultado inspiraría luego su obra principal, la mezquita de  Süleymaniye, empezada tres años después.


Según la leyenda, Sinan, que estaba enamorado de la hermosa sultana, construyó las dos mezquitas de modo que cuando se contemplan desde Estambul, el sol se pone tras la mezquita de Mihrimah en Edirnekapı y la luna sale por detrás de los dos minaretes de la mezquita de Mihrimah en Üsküdar el día del cumpleaños de Mihrimah, el 21 de marzo, justo cuando escribimos esto.


Plano de la mezquita de Mihrimah en Üsküdar. Fuente: Godfrey Goodwin, Sinan:
Ottoman Architecture and its Values Today,
Londres 1993




1 comentario:

Matilde dijo...

La luz llena la mezquita de Mihrimah en Edirnekapi, y en Uskudar se recibe el aliento del mar. Difícil no enamorarse de estas bellas construcciones de Mimar Sinán.