28 marzo, 2016

Disolución: la tempestad

La iglesia, fortaleza y ciudad de Ardara (Cerdeña) tras la tempestad, al atardecer

El Greco: Toledo, o Tempestad sobre Toledo, ca. 1599. Primer paisaje español. Los historiadores del arte explican de manera diversa el cielo sobre la ciudad, desde que fuera consecuencia del estado alterado de la mente del artista, producto de su turbulenta relación con Dios o de los presentimientos de un futuro amenazante. ¿Y si sólo pintó, sin más, lo que estaban viendo sus ojos?

1 comentario:

laviuda dijo...


Con respecto a la insinuación de que el artista punto solo lo que vio, acoto:


Y otro, un pintor amigo tuyo, cuando vio Toledo en la tempestad, meneo la cabeza y dijo:

Tu violas las leyes, eso no es arte, tu sales de los limites de la razón y entras en la locura.

Y tu -como hiciste para no enojarte? - tu sonreiste:

Quién te ha dicho que yo hacía obras de arte? le respondiste; yo no hago obras de arte, no me preocupo de la belleza; la razón es demasiado estrecha para mí y también la ley. Como el pez volador yo salto fuera de las aguas tranquilas y entro en un aire ligero, lleno de locura.

Tu guardaste silencio un instante y mirarte la Toledo que habías pintado envuelta en nubes negras desgarrada por los relámpagos - las torres, las iglesias, los palacios que se habían liberado de su cuerpo de piedra y surgían del fondo de la Noche negra, espectros revestidos de un brillo inquietante. Tú los mirabas y tus fosas nasales palpitaban, respiraban un olor a azufre. Callabas, pensativo y luego, al cabo de un momento:

Qué demonio hay en mí? gritaste ¿Quién ha pegado fuego a Toledo? En verdad respiro un aire lleno de locura Y de muerte.Quiero decir lleno de libertad.

Fragmento tomado del libro Carta al Greco de Niko Kazantzakis.