18 noviembre, 2011

Basta decir «No»


Pero entre los carteles antialcohólicos soviéticos de que hablábamos ayer, el más emblemático es sin duda el creado por I. Govorkov en 1954, cuando el combate contra el alcohol, después de veinticinco años de tregua, volvió a encenderse a la muerte de Stalin.


Haute école del laconismo. Alguien (1) que come (2) rechaza con un gesto firme (3) el alcohol ofrecido (4), y el texto de una sola palabra hace el mensaje inequívoco (5). Veamos lo que el barroquismo del alma rusa es capaz de destilar a partir de este meme tan conciso. De las casi cien paráfrasis que hay actualmente en la web rusa escogemos estas dos docenas que son esencialmente comprensibles sin necesidad de conocer sus alusiones al laberinto de los asuntos internos del país.

¡Espera un momento!

No se trata de negarse por la cantidad, como se podría pensar a primera vista, sino por el peligroso equilibrio de la pirámide.

¡Es suficiente! Nos hemos quedado sin carne picada!

¡En la trinchera no bebo!

Yesss! – ¡Sííí!

¡No, Rexona justamente, no! Para la rica variedad de alcoholes en tiempos soviéticos, abrid esta imagen.

Basta de vino, basta de vodka / Engulle unos cuantos de estos hongos

¡No! ¡No como osos! Un meme–dentro–del–meme, para mostrar cuántas referencias puede incluir una broma rusa. Ya nos hemos referido al «Preved-Medved» meme, que tiene su propio universo de significados, y nos hemos comprometido a analizarlo en detalle. Mantenemos la promesa.

Una muestra de la hermandad eslava, un huevo de cuco polaco: ¡no bebo con perdedores!

¡No! Para desayunar, solo vodka - Referencia a la campaña antialcohólica de Putin y Medvedev cuando, durante sus desayunos en el Kremlin, solo bebían leche de manera ostensible.


¡No! ¡Sólo en jarra! (referencia al verso «Выпьем с горя, где же кружка?» - «Bebamos sin pena, ¿dónde está mi jarra?» de Noche de invierno, de Pushkin, que se ha convertido en un meme en sí mismo)


No. ¡Solo koumiss!

Una versión china: «¡No bebemos con los de ojos redondos!»

Una versión japonesa (Se lee en la botella: «bebida [fuerte]»)

¡No! Solo sangre fresca.

El último nazi: «No bebo sin Hitler»

Lo que Hitler rechaza con gesto contrariado es la Cinta de San Jorge, usada en la fiesta de la victoria sobre Hitler.

¡No bebemos con maricones!

Pero, ¿quién es el maricón? Más allá de la mano: el cantante, bailarín y autor Boris Moiseev, quien, de una manera insólita en Rusia, se declara abiertamente homosexual


¡No bebo con heterosexuales!

«Mejor en el infierno que en el culo - Mejor beber con un fascista que con un maricón»

¿Así debe ser cenar en el Hades?

Arnold Schwarzenegger: «Cuando como no hablo»

Mozart: «No bebo con Salieri»

¡Yo no bebo más veneno! - Al alcohol se le solía llamar «veneno» en los carteles soviéticos, pero el presidente de Ucrania, Viktor Yushchenko (2005-2010) alude al veneno que le dieron sus enemigos durante la campaña electoral.

¡Yo no bebo sin polonio! - El ejemplo de Alexander Litvinenko demuestra qué fácil es acostumbrarse a lo mejor.

Presidente Lukashenko: ¡Bielorrusia no está en venta!

Un meme muy denso. Nikita Mikhalkov, el director de cine a la vez ortodoxo, ultra-nacionalista y recientemnte estalinista, hombre del frente ruso del partido nacionalista serbio, gran amigo de regalías, que en su «Quemado por el sol 2» (2010) ofrece una apoteosis de Stalin a través de las aventuras en la II Guerra Mundial del protagonista de su antiestalinista «Quemado por el sol 1» (1994), ahora resucitado. Aquí rechaza el libro «La Gran Guerra Patriótica para Torpes» que, sin embargo, debería serle de lectura obligada.

Medvedev para todos…

…y todos para medved (oso).

Y la verdad desvelada.

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