23 diciembre, 2012

La vida es hermosa


El reconocimiento le llegó muy tarde a Vladimir Vorobyov. El ingeniero de Novokuznetsk, empleado de la Combinada Metalúrgica de Siberia Occidental, fallecido en 2011 a la edad de 70 años, recibió en la década de los 70 su primera y única cámara. Las fotografías que tomó durante los quince años siguientes no fueron publicadas en  lugar alguno y sólo pudieron verse en un par de exposiciones locales. Fue su amigo y compañero fotógrafo Vladimir Sokolayev quien organizó este mes de noviembre, en Novokuznetsk, una exposición que mostraba todo su trabajo. El acontecimiento llamó de inmediato la atención del mundo fotográfico de Moscú. Y con razón


Lo primero que nos toca en estas fotos es el absurdo radical, la icongruencia perfecta entre escenas, objetos y gentes; unas realidades paralelas que convergen en cada foto. Las agotadas maestras de guardería ​​almorzando en un espacio regido por la alegre imagen de Lenin. Esas otras mujeres de pie, con sus bolsas de la compra, moviéndose torpemente ante los retratos de los trabajadores. La señora con una caja de flores bajo las lianas de una jungla de cables que supera incluso a la del barrio antiguo de Palma.


Sin embargo, estas imágenes son intencional y explícitamente documentales. No encontraremos en ellas subrayados de ingenio visual. Pretenden, como herederas de una larga tradición, reflejar cuidadosamente la realidad; y es así como desvelan precisamente su fondo absurdo. Sin bromas. Un absurdo que es parte orgánica y necesaria del día a día, componente ineludible del escalofrío de la vida.



Por otra parte, también la belleza está siempre dentro de estas imágenes. Belleza, amor y humanidad que, como no podría ser de otra forma, se revuelven dentro del marco del sinsentido, en crudo conflicto con la miseria y la erosión. La belleza no siempre es lo más fuerte. Es más, en muchas fotos parece estar desvanecida. Pero alienta en todas ellas, busca su sitio, se rebela, da esperanza.







03 diciembre, 2012

Honor y honras


El Warburg and Courtauld Institute de Londres es el centro de investigación interartística más prestigioso del mundo y contiene una de las bibliotecas más útiles e impresionantes. Quien recibe una beca para estudiar aquí puede considerarse muy afortunado, no sólo por tener acceso privilegiado durante las veinticuatro horas del día –con llave propia–  a los inmensos fondos bibliográficos que estableció Aby Warburg, donde se combinan de manera única la historia del arte, la literatura, la antropología, la sociología y otras disciplinas de humanidades, sino porque será casi imposible salir del Institute sin publicar un estudio que marcará en adelante toda la carrera investigadora.

El Eleanor Tufts Book Award es el premio más notable para un libro sobre cultura artística española publicado en inglés. Se elige entre tres obras aparecidas durante el año anterior, una de las cuales es siempre propuesta por el Courtauld Institute. La organización y sede del premio es responsabilidad de la American Society for Hispanic Art Historical Studies.

Este año el primer premio lo ha ganado Ilona Katzew por su libro Contested Visions in the Spanish Colonial World (Yale, 2011). Junto a él otros dos libros han merecido la mención de honor. Y uno de ellos, el presentado por Warburg and Courtauld Institutes, ha sido el Libro de las Honras de la Emperatriz María de Austria (1603), del que dimos noticia hace ahora algo más de un año. Preparamos esta edición los fundadores del grupo de investigación Studiolum, tres amigos repartidos entre América, España y Hungría. Estos son los motivos de la mención en palabras del Eleanor Tufts Award Committee:

Book of Honors for Empress Maria of Austria – Composed by the College of the Society of Jesus of Madrid on the Occasion of Her Death (1603), ed. Antonio Bernat Vistarini, John T. Cull and Tamás Sajó (Philadelphia: Saint Joseph’s University Press, 2011), for setting an example of a fruitful collaboration among scholars from different countries who made accessible to an English-speaking audience an important primary source and likewise for opening up a promising new line of scholarship in the fields of Spanish and Portuguese art: an annotated critical translation with facsimile of the emblems. The editors uncover a wealth of material relevant for understanding female patronage, iconography, religious practices, history, and literature of the Golden Age, and especially the importance of visual emblems in post-Tridentine Jesuit preaching. The combination of the critical and contextual essay, with the translated text, and the facsimile make this an indispensable resource for scholars and students of emblem books, literature, and symbolic imagery in early modern Spain.”

«Book of Honors for Empress Maria of Austria – Composed by the College of the Society of Jesus of Madrid on the Occasion of Her Death (1603), ed. de Antonio Bernat Vistarini, John T. Cull y Tamás Sajó (Philadelphia: Saint Joseph’s University Press, 2011), por constituir un ejemplo de colaboración fructífera entre investigadores de diferentes países que ha hecho accesible al público de habla inglesa una importante fuente primaria; y, a la vez, por abrir una nueva y prometedora línea de investigación en los campos del arte español y portugués: una traducción crítica anotada, con el facsímil de los emblemas. Los editores descubren un rico material de relevancia para la comprensión del patronazgo femenino, la iconografía, las prácticas religiosas, la historia y la literatura del Siglo de Oro, subrayando la especial importancia del emblema visual en la predicación jesuítica post-tridentina. La combinación de un ensayo crítico y contextualizador, junto con el texto traducido y el facsímil, lo convierten en un recurso indispensable para los investigadores y estudiosos de los libros de emblemas, de la literatura y la imaginería religiosa de la España moderna.»

En esta apreciación no se menciona el trabajo de otro de los coautores: György Sajó, de Copenhague, quien tradujo y comentó para este libro los cuatro poemas en hebreo presentes en aquellas decoraciones funerales de 1603.

Y estamos en deuda con el Rev. Joseph F. Chorpenning, director editorial de Saint Joseph’s University Press, por la confianza que tuvo en nuestro proyecto y la gran ayuda que nos prestó para que se pudiera llevar a cabo.

Por lo demás, qué decir sino que nos sentimos tremendamente honrados. Honradísimos.