Hemos estado en Orihuela gracias a la curiosidad y amabilidad extraordinarias del profesor Jesús Millán. En una entrada anterior comentábamos cómo Jesús Millán nos había dado a conocer el imponente retrato de don Pedro de Santacilia y Pax que está colgado en la escalera principal del Ayuntamiento de Orihuela. Aquel contacto azaroso entre nosotros se convirtió en diálogo y fuimos allí a hablar de la figura de don Pedro, dentro del contexto del siglo XVII en Mallorca, así como del proyecto de edición del epistolario que estamos llevando a cabo.
Jesús Millán es un oriolano de raíz que se sabe la historia de cada guijarro de la ciudad, y fue un descubrimiento continuo dar un paseo con él por sus calles. Lamentamos juntos la explosión de urbanismo irrespetuoso, común a todo el levante español en estos últimos años, y nos desesperamos ante la casita abandonada donde nació Miguel Hernández, con la puerta tumbada como de una coz y los batientes de su única ventana desencuadernados. Una placa casi ilegible por la mugre recuerda dónde estamos. No teníamos la cámara de fotos y a aquella hora estaba casi oscuro. La prueba con la cámara del móvil fue un desastre. A la mañana siguiente, ya con la luz del día, volvimos a probar en un rápido paseo antes de partir de vuelta (sin poder volver a la casa de Miguel Hernández). Aquí tenéis unas imágenes. Perdonad la calidad pero valen como modesto registro de la visita.
También nos ha gustado mucho esta web de los amigos de Orihuela.
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