29 mayo, 2006

Las gallinas del privado

Compartimos con muchos la opinión de que uno de los mejores poemas del Siglo de Oro español es la Epístola moral a Fabio de Andrés Fernández de Andrada. Un texto donde cada palabra, cada verso, todo «cayó en su sitio justo», según decía Dámaso Alonso que tan atentamente lo leyó y admiró. Entre estos versos, hay uno con profundas raíces en la tradición. Es el que define al cortesano cuando busca el favor del poderoso adivinando en sus gestos por dónde abordarle mejor. Así, el personaje queda retratado como «augur de los semblantes del privado» (v. 54). Otros han recorrido las formulaciones de esta imagen desde antiguo: pasan por la Aulularia de Plauto (IV, 1: 599), atraviesan el tópico del curialum miseriis medieval, recuerdan el De vita solitaria de Petrarca (I, 3) y alcanzan el menosprecio de corte renacentista...

Nosotros queremos seguir la línea con dos imágenes similares posteriores a la de la Epístola. Una pertenece a Baltasar Gracián, quien repetidamente alude a esta actividad del personaje con el verbo brujulear. Desde el primer capítulo de su primerizo El héroe (1637), donde vemos a los cortesanos convertidos en «tahúres del palacio, sutiles a brujulear el nuevo rey, desvelados a sondarle el fondo, atentos a medirle el valor», pasando por los de El criticón, que confiesan «somos tan tahúres del discurrir que brujuleamos por el semblante lo más delicado del pensar, con solo un ademán tenemos harto», hasta aquellos otros del Oráculo manual (1647) que «siempre están contemplando el rostro de su príncipe y brujuleándole los afectos» (aforismo 210). Ya Covarrubias (1611) había definido el verbo en el ámbito del juego: «los jugadores de naipes, que muy despacio van descubriendo las cartas y por sola la raya antes que pinte el naipe discurren la que puede ser, dicen que miran por brújula y que brujulean».

Y la otra aparición es casi de hoy mismo y demuestra la fuerza de esta imagen del subalterno escrutando para su provecho el rostro del poderoso. Está en el capítulo «Historia de un caballo» de Caballería roja (1926) de Isaak E. Babel y añade un toque grotesco en correspondencia con el mundo roto y hambriento en que se mueve el relato.

El destituido jefe de división vivía solo, los aduladores de los estados mayores no le conocían ya. Dichos aduladores pescaban gallinas asadas en las sonrisas del jefe del ejército, y con espíritu lacayuno habían vuelto la espalda al célebre jefe de división.

24 mayo, 2006

Recursos

La bibliografía que desde hace un año y medio mantenemos a disposición de quien la quiera usar ha ido creciendo a buen ritmo y cada día es más utilizada. Las fichas llevan una serie de palabras-clave que hacen que las búsquedas intuitivas den buenos resultados. Su funcionamiento es muy sencillo y por ello muy rápido: busca por palabras sueltas. Esto significa que si se introducen varias palabras no las buscará como una frase sino de manera independiente. Con unas pocas pruebas seguro que obtendréis resultados satisfactorios.

Hoy os sugerimos un truco: introducid "http" como criterio de búsqueda. Veréis inmediatamente el listado de todas las obras de las que hemos localizado su edición o alguna información complementaria en Internet. Y aún más: los enlaces a dichos recursos están activos. ¡Pulsad sobre ellos y tendréis abundante lectura!

22 mayo, 2006

Pecia



Los caminos de Internet nos han conducido a un paraje en el que nos hemos detenido un buen rato y no hemos acabado, ni mucho menos, de explorarlo. Es el blog de Jean-Luc Deuffic dedicado a los manuscritos medievales. Desde ahora lo incorporamos a nuestra lista de enlaces favoritos, a la derecha. Pecia: Le manuscrit médiéval.

20 mayo, 2006

On Bullshit

Hemos leído con sumo gusto y provecho un brevísimo y agudo tratado de Harry G. Frankfurt: On bullshit (Princeton University Press, 2005). Son apenas 67 páginas encuadernadas en tela azul y en un formato menor que correspondería al octavo usual en los libros que nosotros editamos. Frankfurt trata de definir el concepto de «bullshit». Mucho nos gustaría traducirlo y que se divulgara en otros idiomas, pero el primer obstáculo que encontramos es la misma palabra alrededor de la que se reflexiona. ¿Cómo traducir «bullshit» al español? Sin duda traducir este libro ha de ser una tarea complicada porque el discurso serpentea entre términos contiguos del léxico inglés. Pero animamos al valiente que quiera asumir el reto porque hará un pequeño favor a la comunidad no anglófona. Y así, además, lo podremos regalar a algunos magníficos productores de bullshit que viven sin poder nombrar adecuadamente lo que están haciendo. A ver si damos con la palabra castiza justa y la incorporamos luego a nuestro vocabulario.

Es nuestra modesta recomendación de hoy: descubrirán de pronto que lo que designa este concepto abunda en una medida escalofriante. Y de manera más gruesa en determinados ámbitos del trabajo intelectual.

Hay una entrevista en vídeo con el autor en este enlace.

06 mayo, 2006

Obras






Hago un bancal de piedra
en el jardín. Preparo tierra buena.
Un limonero, olivos, algarrobos;
en un rincón albahaca, y salvia y menta
a la sombra del muro. El cielo seco
da la flor a la adelfa.