02 mayo, 2011

Mañana de lunes en Farafra



Al oeste desde el oasis de Farafra solo hay arena, el Gran Mar de Arena libio. Y hay que adentrarse mucho en él, sin caminos ni indicaciones, para encontrar alguna señal humana. La primera población dentro de Libia adopta la forma de un gran desafío a la naturaleza (perdido de antemano) en el oasis artificial de Kufra, un lugar vivo gracias a los depósitos de agua fósil que han empezado a bombearse de una manera desmesurada. Los beduinos y los tuaregs llevan grabado en el alma que «la gente pasa, el desierto permanece». Farafra, en cambio, existe desde antiguo, siempre adaptándose a las condiciones precarias del oasis.



Hoy en Farafra la vida no es cómoda. En los últimos años, la gente que visita el Desierto Blanco ha dado algún impulso a los comercios locales y la población ha crecido un poco. Los lunes a las 9 de la mañana se parecen bastante a los lunes a las 9 de la mañana. Farafra asiste hoy a su transformación final de centro en suburbio. Otro suburbio.



«Estoy convencido de que el futuro está perdido en algún lugar en los basureros del pasado
no histórico; se encuentra en los periódicos atrasados, en los vacuos anuncios
de las películas de ciencia-ficción, en el falso espejo de nuestros sueños
rechazados. El tiempo convierte las metáforas en cosas, y las apila
en cámaras frías, o las coloca en los patios de recreo
celestiales de los suburbios»
Robert Smithson. Un recorrido por los monumentos de Passaic, Nueva Jersey, Barcelona: G. Gili, 2006, 25-26



2 comentarios:

Inoa Ferrer Reynés dijo...

Muy bonitas las fotos. Tengo curiosidad por las de las figuras, ¿de qué material están hechas, barro, madera...?, ¿representan algo?, ¿forman parte de algún edificio o exposición?.

Un saludo!

Studiolum dijo...

Hay esculturas de barro y de piedra tallada. Pertenecen al Museo de Arte de Farafra que fundó Badr Abd el Moghny para colocar su obra.
En estos enlaces se encuentran algunas fotos del lugar: 1, 2.

Saludos.