06 agosto, 2008

Verano


Estaba sentada en uno de los escalones que daban al patio. Llevaba una falda larga de color rojo con un estampado floreado. Era verano. El cerezo, pletórico, parecía hinchado. Atila se había sentado en el suelo de la galería, cerrando el paso con sus interminables piernas. Ella dijo:
—Si todos los hombres tuvieran un árbol delante de la ventana, no habría guerras en el mundo.

Atila murmuró:

—Seguro que Hitler tenía un árbol delante de su ventana...

Y Elvira Csáky, de soltera Rádai:
—He dicho: «si todos los hombres...»; que sean solo unos pocos no sirve.
Adan Kovacsics, «El Danubio» (en Guerra y lenguaje, Barcelona: El acantilado, 2007, p. 148).

1 comentario:

Studiolum dijo...

¡Cómo me gustaría leer este libro! Crees o no, nada se ha publicado de Kovacsics en húngaro, su lengua materna, mientras lo que escribe en español es tan húngaro, tan de la Monarquía.