24 enero, 2017

Gente del desierto


Irán es como un enorme plato donde, extrañamente, la sopa no se sirve en el cuenco. Las lluvias caen sobre las montañas que rodean la llanura iraní haciéndolas verdes y fértiles, y de ahí nació una de las civilizaciones agrícolas más antiguas del mundo. Sin embargo, en el interior, en la actual planicie nunca llueve y los grandes ríos que corren por las colinas al llegar abajo enseguida se filtran y desaparecen en el gran desierto que cubre el centro del país.

Con todo, si hay un poco de agua también hay vida. La gente habita perseverante el borde del desierto, regando la tierra con las últimas y finas acequias, pastoreando cabras y ovejas, esperando las caravanas que cruzan el desierto. Fotos de Ahmad Kavousian, de 1975.


Kayhan Kalhor (kamanche): شب کویر (Shab-e kavir, Noche en el desierto, 6:15). Del álbum شب، سکوت و کویر (Shab, sokut ve kavir, Noche, silencio, desierto)



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