La película empieza desde afuera, pájaros revoloteando, el minarete recortándose en el cielo. Lo que permanece. Restos: postales de colores proyectadas en la imaginación.
La historia es sencilla: los griegos que habían residido durante tres mil años en Estambul ahora han de partir. Allí habían sido romioi, mientras en Atenas ya les llamaban turcos, exactamente igual como les pasa a los húngaros de Transilvania: son motejados de bozgors allí donde viven y de rommagyars en Hungría. Hablan, viven y cocinan de manera diferente: es lo que les distingue y lo que les une. Fanis, que se había marchado de niño, vuelve ya adulto al funeral de su abuelo, de quien todo lo ha recibido, y que no fue capaz de abandonar Estambul hasta el día de su muerte. Por una última vez siente la tentación de quedarse pero acaba viendo con claridad que la tienda de su abuelo ya no funciona y aceptando que el amor de su juventud esté casada con su común amigo turco.
Lo más hermoso de esta película es que todos están por encima de sí mismos, se sobreponen a sus dolores y a sus pérdidas. El oficial médico turco y el astrónomo griego pueden encontrarse y hablar sin ambages en el baño turco, «donde las almas se abren como almejas al vapor». No intentan engañarse ni resolver un dolor insoluble, pero son capaces de sentir y compadecer el dolor del otro. El griego es capaz de dejar que se disipe su amor y la Constantinopla de su juventud. De esta manera la película se alza sobre el nivel sensorial de las especias orientales y de la πολίτικη κουζίνα, la cocina de la Ciudad.
La historia es sencilla: los griegos que habían residido durante tres mil años en Estambul ahora han de partir. Allí habían sido romioi, mientras en Atenas ya les llamaban turcos, exactamente igual como les pasa a los húngaros de Transilvania: son motejados de bozgors allí donde viven y de rommagyars en Hungría. Hablan, viven y cocinan de manera diferente: es lo que les distingue y lo que les une. Fanis, que se había marchado de niño, vuelve ya adulto al funeral de su abuelo, de quien todo lo ha recibido, y que no fue capaz de abandonar Estambul hasta el día de su muerte. Por una última vez siente la tentación de quedarse pero acaba viendo con claridad que la tienda de su abuelo ya no funciona y aceptando que el amor de su juventud esté casada con su común amigo turco.
Lo más hermoso de esta película es que todos están por encima de sí mismos, se sobreponen a sus dolores y a sus pérdidas. El oficial médico turco y el astrónomo griego pueden encontrarse y hablar sin ambages en el baño turco, «donde las almas se abren como almejas al vapor». No intentan engañarse ni resolver un dolor insoluble, pero son capaces de sentir y compadecer el dolor del otro. El griego es capaz de dejar que se disipe su amor y la Constantinopla de su juventud. De esta manera la película se alza sobre el nivel sensorial de las especias orientales y de la πολίτικη κουζίνα, la cocina de la Ciudad.
Bir tutam baharatla gittin Çarşı içinde bir gölge Ve yollarıma tuz serdin Seni bulayım gizlilerde Baharat, tarçın ve buse Tavanarasında saklı tarife Ay ışığı ve Boğaziçi yalnız O fener bizim çocukluk aşkımız Beni bıraktığın o gece Seni aradım gizlilerde Bir tutam baharata kandım Ben acıyı tattım seninle Baharat, tarçın ve buse Tavanarasında saklı tarife Ay ışığı ve Boğaziçi yalnız O fener bizim çocukluk aşkımız Bir tutam baharatla gittin Çarşı içinde bir gölge | You left with a handful of spice A shadow in the market place And you were throwing salt on my path To find you secretly Spice, cinnamon and kiss The recipe is hidden in the attic The moonlight and the Bosphorus are alone The lantern is our childhood love That night when you left me I looked for you secretly I got persuaded by a handful of spice I tasted bitter pain with you. Spice, cinnamon and kiss The recipe is hidden in the attic The moonlight and the Bosphorus are alone The lantern is our childhood love You left with a handful of spice A shadow in the market place |
Este es el tema musical del film, pero en él la canción no se canta, solo en el CD con la banda sonora. El texto lo escribió Tasos Boulmetis, que dirigió el film basándose en elementos autobiográficos, y lo canta en turco Dilek Koç. Hemos escrito esta nota el 4 de junio de 2010: 90 aniversario del tratado de paz que privó a Hungría de dos terceras partes de su territorio y de un tercio de su población húngara.
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