Fieros guerreros africanos, niños del Mediterráneo, calles de pequeñas ciudades del sur de Francia, excursionistas por las montañas de Alemania, personajes disfrazados en habitaciones amuebladas de estilo holandés. Todo esto en la torre del observatorio de la universidad barroca de Wrocław, en la exposición Zatrzymane w szkladnym kadrze – Un mundo guardado en placas de vidrio.
Ninguna de estas fotos lleva pie. Se reconocen pocas ubicaciones: Etiopía, la catedral de Ferrara, el lago de Como, Ancona. Del resto quién sabe: ¿algún lector puede darnos pistas? Las placas de vidrio provienen de la colección de antiguos materiales pedagógicos de la Universidad de Breslau, La Universidad de Wrocław ha digitalizado cinco mil, tan solo una pequeña porción del entero fondo. Seguramente estuvieron catalogadas en su momento en las listas y apuntes de clase de los profesores, tal como antes hacíamos con las diapositivas. Pero aquellos profesores y apuntes ya han desaparecido hace tiempo. Y también aquella universidad, y hasta la propia Breslau. El único principio de orden que mantienen, su lugar de procedencia y patria, son los cientos de cajas de cartón donde se han conservado y han sobrevivido a los avatares de una centuria, y cuyas curiosas etiquetas han sido también expuestas con certero sentido histórico a la entrada de la muestra.
Así, sin pie ninguno y sumergidas en un mundo multicolor, las fotos dejan sentir mucho mejor cómo debieron impresionar la mente de aquellos estudiantes para quienes se proyectaban en clase y ante quienes abrían la inmensidad del mundo a través de sus pequeñas ventanas. Era un tiempo de muy pocas imágenes.
En sí mismas, estas fotos son testimonios excelentes de lugares exóticos. Muy pocos fotógrafos los visitaban por aquellas fechas. ¿Quién debió ser el que fotografió Abisinia con tanto detalle, el mundo rural del Mediterráneo, los pueblos alemanes? Quienesquiera que fuesen, se ganaron un lugar de honor entre los pioneros del descubrimiento fotográfico del mundo.
Y los mundos desparecidos que estas imágenes preservan también incluyen a aquel mismo mundo que las preservó, la fascinante Breslau, ya desaparecida: la ciudad que albergaba una promesa de gran desarrollo, la Breslau de entre siglos.
Breslau, a orillas del Oder con el puente que lleva a las islas
Y si ahora alguien quiere saberlo todo de esta ciudad, sin duda este es el libro adecuado:
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